La actriz, protagonista del mítico spot de Apis, nos habla 30 años después de sus hábitos alimenticios.
Marian, tú fuiste Maripili, aquella niña que no quería comer en el spot de los años 80 de Apis. Cuéntanos alguna anécdota de aquel rodaje.
Pues fue una gran aventura, tenía unos 9 años y fue mi primer rodaje fuera de Barcelona. Nos llevaron a Madrid a mí y a mi hermano, ¡que también sale en el anuncio! y fue muy divertido: el supermercado era un decorado, el equipo era muy simpático… era todo como un juego. Durante años fui Maripili de Apis.
¿Sigues siendo tan exigente para comer como lo eras en el spot?
Bastante. Y cada vez más (sonríe). Hay cosas que he dejado de tomar, como los productos con aspecto artificial. Me gusta que la cocina sea lo más natural posible.
¿Sueles cocinar con tomate?
Mucho, sobre todo lo que hago es usar tomates naturales junto con tomate triturado y lo mezclo todo, para que tenga los trozos o la piel, que me encanta para la pasta. Soy muy tomatera (risas). En el spot se decía que las comidas habían cambiado.
¿Crees que ahora son muy distintas a como eran antes?
Creo que antes había menos variedad. Me acuerdo por ejemplo la primera vez que vi un kiwi, y ahora los hay de todos los colores…(risas). En general ahora la gente quiere comer cada vez mejor. Todo el mundo quiere un tomate que huela y sepa de verdad a tomate, y algunas marcas han sabido evolucionar muy bien en ese sentido usando ingredientes ecológicos y naturales.
¿Qué no debería cambiar nunca?
Creo que el momento de reunión en la mesa. Es lo que más nostalgia me da. Ahora no tenemos tiempo, no le damos tanto valor… cuando eres pequeño te reúnes con tu familia y vienen tus tíos, tus primos, invitas a un amigo… Esos momentos los echo mucho de menos y no deberían cambiar.
